Revista Lubes em Foco edición 91
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Introducción
En artículos anteriores se ha abordado la importancia de la monitorización de lubricantes como herramienta de mantenimiento predictivo y preventivo (Lubes em Foco nº88), las buenas prácticas en la recogida de muestras (Lubes em Foco nº89) y la selección de análisis para la monitorización (viscosidad cinemática, IA e IB – Lubes em Foco nº90). En este artículo, se discutirán las pruebas y el contenido de agua y el contenido de elementos.
Contenido de agua
El agua es un contaminante no deseado para el buen funcionamiento de los lubricantes, especialmente los de base mineral. Puede afectar la capacidad de formar la película protectora adecuada en la superficie metálica, además de acelerar los procesos de oxidación y corrosión y ser un vehículo para la entrada de otros contaminantes como polvo, productos químicos disueltos y microorganismos.
Hay varias formas de identificar la presencia de agua en los lubricantes:
- Visual
- Agua por destilación
- Agua de Karl Fischer
Cuando la presencia de agua en una muestra se percibe visualmente a través de la turbidez o incluso de agua libre en la botella de recolección, se recomienda confirmar inmediatamente que se trata de contaminación del relleno de lubricante y no del proceso de recolección de muestras. Si se confirma la contaminación de la carga, este problema debe corregirse lo antes posible eliminando el agua de la carga o cambiando la carga. Es importante identificar la fuente de la contaminación para que no vuelva a ocurrir.